sábado, 4 de octubre de 2008

En contra de los Intransigentes tradicionalistas (los que se oponen al DNI)



¡Todo Cambia en la Vida!
Escrito por antoniogoes Publicado en Reflexión
http://www.icirmar.org/

Al hablar de cambios recuerdo varias etapas de mi vida, el comenzar a trabajar a los 15 años, el ingreso a la Universidad, la búsqueda de un trabajo como profesionista, etc.
Para conseguir cada una de ellas y obtener resultados positivos se tuvieron que dar varios cambios en mi vida.

Por ejemplo para poder trabajar a los 15 años tuve que aprender a hacer y vender helados y para esto tuve que sacrificar mi gusto por el fútbol, aprender ahorrar , no ver televisión, dormir menos o levantarme más temprano, etc.

En resumen tuve que adquirir nuevas técnicas, habilidades y modificar comportamientos y malos hábitos.Vendí helados por casi 11 años, esta actividad me permitió terminar una licenciatura y al término de ella me enfrente a la búsqueda de un trabajo como recién egresado.
Conocimientos en mercadotecnia y experiencia de 11 años como vendedor ambulante de helados era mi currículo, tarde 1 año 8 meses para encontrar un trabajo estable.
Las empresas me pedían ciertas habilidades, técnicas, actitudes, hábitos, de acuerdo a esa labor.
Si quería desarrollarme profesionalmente tenia que cambiar y esto significaba remover el presente, entrar en un grado de incomodidad, subordinar los placeres presentes por los futuros.
Alcanzar nuestra tierra prometida es difícil e inclusive molesto porque demanda cambios: el cambio casi siempre lleva un grado de incomodidad, especialmente cuando es severo o repentino.
David Shearman en su libro, Nacidos para ganar, ejemplifica el proceso de cambio en forma de una ecuación.

A+B+C=D

A Representa una preocupación que nos permite encarar la posibilidad de nuevos cambios.
B Se tiene una visión, se visualiza un mañana mejor
C Se elaboran planes y estrategias

Un 12.5 % serán de temprana adaptación, listos para un cambio cada seis a doce meses.
El 35% serán una temprana mayoría, listas para un cambio cada catorce a veinticuatro meses.
Otro 35% compone la mayoría tardía, y estarán preparados para un cambio solamente cada veinticuatro a treinta y seis meses.

Un 12.5 % son los de adaptación tardía, que aceptan el cambio solo después de un largo periodo de incubación alrededor de 48 meses.

Y el restante 2.5% son los intransigentes tradicionalistas que generalmente se rehúsan a cualquier tipo de cambio.

Pero, ¿qué crees? aunque suene difícil de aceptar todos son indispensables tanto los innovadores como los intransigentes.

Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados (1 Corintios 11:19 ).

Imagínese que la mayoría fueran intransigentes tradicionalistas, hoy la iglesia entorpecería su marcha y pronto se volvería inefectiva o, lo que es peor Moriría.

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